Si bien es cierto que trabajé en una ocasión para centralitas de 806 y que muchas de las personas a las que ayudo tengo que consultarlas a través del teléfono por imposibilidad de hacerlo en persona, tengo una opinión divida en cuanto al funcionamiento de esos números.
La mayoría de los que ahí trabajan son serios, eficientes y se involucran en las tiradas, poniendo lo mejor que tienen para ayudar al que está al otro lado. Pero la energía se desgasta. El volumen de llamadas es grotesco y las peticiones de los superiores en cuanto a cómo se deben responder son tiránicas, por lo que el don se va cansando al paso de las horas.
Hay momentos en la vida en que las personas que trabajamos con la adivinación también necesitamos un contrato y pasamos apuros económicos, entre pagos de autónomo y el día a día. Por eso, estos trabajos pueden suponer una tabla de salvación, aunque al final se convierten en una esclavitud.
No hay nada como una tirada presencial, pero si ésto no es posible, tenemos siempre la posibilidad de marcar una hora, preparar nuestro lugar de trabajo, sentarnos cómodamente y atender una llamada con toda la tranquilidad de una tarifa plana y sabiendo que no nos desgastaremos infructuosamente.
Sed felices y pensad en ésto: "la vida es aquello que te va sucediendo mientras tú te empeñas en hacer otros planes"
Lo dijo John Lennon
